Una crisis existencial es un periodo de tiempo de nuestra vida en el que surge una serie de cuestionamientos referentes a nuestra dirección vital, a nuestro sentido de vida, a lo que es relevante o no para nuestra vida. En una crisis existencial se pueden generar preguntas como ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuál es mi propósito de vida? ¿Qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida?
Una crisis existencial puede generar emociones sensibles, desde angustia, tristeza, desesperanza, frustración, entre otras. Algunas señales de que se está atravesando una crisis existencial es la perdida de interés en las actividades que usualmente generaban placer, hay aburrimiento y desmotivación, cansancio mental y emocional, y una sensación de insatisfacción general.
Una crisis existencial puede desencadenarse a causa de vivir experiencias traumáticas, complejas e inesperadas, sin embargo, en ocasiones suelen aparecer en momentos donde aparentemente las cosas están bien, y es cuando nos damos cuenta que nuestra vida necesita un cambio, pero no sabemos qué dirección tomar.
Las crisis existenciales son normales, sin embargo, como mencionamos, se acompañan de emociones sensibles, es por ello que hay que darles la importancia que merecen, ya que estas pueden desembocar en temas como Depresión o Ansiedad, complicando la situación. Un Psicólogo, en este sentido, ayuda a generar un sentido de claridad en medio de esta crisis existencial, ayudando a encontrar los valores vitales en la persona (con instrumentos especializados) generando un sentido de dirección, así como el proceder hacia esa o esas direcciones.