Las relaciones sexuales, como parte de nuestra sexualidad, es un aspecto fundamental para nuestra estabilidad psicológica y emocional. Debido a ello es un aspecto fundamental en las relaciones de pareja. Si las cosas marchan bien en este aspecto de la vida, además de satisfacer una necesidad fisiológica, psicológica y emocional, podemos disfrutar de este aspecto de la sexualidad y esto resulta muy gratificante. Por otro lado, si está presente un problema en el tema de las relaciones sexuales en la pareja, esto se torna frustrante tanto como para quien está padeciendo el problema, como para la pareja.
Algunos de los problemas que puede tener un hombre pueden ser disfunción eréctil, reducción o perdida de interés sexual, o problemas con la eyaculación. Las mujeres por su parte, pueden padecer falta de deseo sexual, incapacidad de lograr excitación, falta de orgasmo o clima sexual, o relaciones sexuales dolorosas. En ambos casos, las causas pueden ser físicas o psicológicas. En cuanto a las causas psicológicas pueden incluir estrés, ansiedad, depresión, conflictos en la relación de pareja, o trauma por algún trauma sexual del pasado.
Es importante tratar algún problema en el tema de la intimidad cuando pase de ser algo esporádico a algo que ya comienza a afectar esta área de la relación de pareja. La importancia radica en que ese aspecto de la relación cubre ciertas necesidades fisiológicas elementales, lo cual genera satisfacción, gratificación, y estabilidad, lo cual a su vez contribuye a generar una relación de pareja más sana, satisfactoria y plena.